miércoles, 18 de junio de 2008

¿Alguna duda?

Yo y mi cuerpo o yo cuerpo… materialidad, identidad, estética, afecto, sexo, expresión, muchas veces tieso, duro, como reprimido, otras exigido o desbocado con algún aditivo… Sea como sea, un aspecto fundamental de nuestra comunicación con otros. Pero tenemos algunas dudas…

¿Cuál es el lugar del otro en nuestra vida?¿Me jode? ¿Me aporta?

O desde otro punto de vista, ¿Cuál es mi lugar en la vida de los otros?

Y en cuanto a los que están mas lejos, ¿tengo algo que ver con ellos? ¿Qué? ¿Somos responsables de su situación?




la secuencia completa en el
Flickr de La Flecha


10 comentarios:

Anónimo dijo...

a veces no sabemos agradecer, pero no siento que sea por mala voluntad, sino simplemente que pensamos que actuamos bien y talvez no es asi... en otras oportunidades agradecemos correspondiendo en algun momento cuando ellos nos necesitan a nosotros, pero siento que no solo porque hayan sido parte de nuestra vida, sino simplemente porque están ahi y lo sabemos... dar amor y recibir es parte de nuestra naturaleza, agradecerlo es parte de como sea cada persona...
ser responsable de uno mismo es la mision, de nada nos sirve andar echando culpas, aparte de ser esto ultimo super cobarde y conformista...

Todos tienen su propio lugar.... Si tienes uno, nadie lo ocupa...
No estoy de acuerdo en q toda la gente es sustituible, todas las personas q han pasado, estan y pasaran en algun momento por nuestras vidas y nos dejaran algun tipo de aprendizaje y momentos vividos que no se vuelven a repetir!...


gracias a vos por compartir tanto con nosotros...

Abrazos....

Laly

ºmar dijo...

Prometo, con menos sueño, leer un poco màs del blog. Por ahora, buenas suertes y muchos saludos. Las pocas publicaciones de La Flecha que encontré (y leí) por Pque. Centenario hicieron que la vuelva a agarrar. Sigan llamando a la reflexión.

Un abrazo,

maru

Anónimo dijo...

Holas!!! Bueno, me llamó mucho la antención el tema porque es algo de lo que vengo pensando mucho ultimamente.
Aunque, como suele suceder, tengo más preguntas que certezas, más búsquedas que hallazgos.
- ¿la relación con nuestro cuerpo modifica nuestra relación con los demás, con nuestro entorno?
- ¿cúanto sabemos de nuestro cuerpo, del cuerpo de los demás, de las posibilidades emocionales, expresivas y creativas de la raza humana?

Gracias a mi nuevo taller de teatro descubrí lo poco que conocía de mi misma y de mi cuerpo. De la infinidad de posibilidades expresivas que nos otorga nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestro ser.

Recordé además dos cosas: ¡¡bendito sea Descartes cuando dijo "Pienso luego existo" y marcó a fuego nuestra cultura occidental!!
Y, junto con eso, quedaron de manifiesto varios de los preceptos culturales, familiares, sociales que fueron modelando a presión nuestro cuerpo, nuestra expresión, nuestra forma de relacionarnos con los demás.

Por suerte en mi taller de teatro tengo un espacio de desnaturalización de mis emociones, de libertad. Tengo un espacio en donde jugar a ser 100% yo misma o, por lo menos, de intentarlo.

Ojalá esos espacios se multiplicaran y llegaran cada vez a más gente... creo que ese día -el día que podamos apropiarnos de nuestro cuerpo definitiva y completamente- nuestra sociedad y nuestra vida será totalmente distinta.

[ Gracias por el espacio para pensar en voz alta ;)
BESOS!!! ]

Pablo dijo...

Ya se que Nayla sos!! jaja. Me gustó la idea de la reapropiación del propio cuerpo.
Mar, gracias por pasar. Esperamos tus comentarios para cuando estés con menos sueño.
Laly nuestra amiga del blog! Coincido en que todas las personas que van pasando nos dejan marcas, mejores o peores, no importa, quedan.

Un acercamiento a las preguntas: muchas veces acercarnos a otros, dejar que entren, puede complicarnos. Porque cuando dejamos entrar a ese otro es probable que nos comprometamos con lo que le pasa, con lo que vive, y eso necesariamente nos cambia. Y hasta donde estamos dispuestos a que algo nos cambie o nos mueva?

Fede dijo...

Buenas, que tal amigos flecheros (ya somos amigos, no?).

uff, que temita que eligieron para tocar eh, realmente es un problema desde mi pre-adolescencia, y actual adolescencia, la concepción de mi yo con el entorno, y de mi yo con mi otro yo, osea la parte física y química.

Realmente soy una persona bastante heterogénea. Hay días que puedo estar y decir frente al espejo "uff que copado que soy" y después pueden pasar años que soy un creep más que no tiene derecho a nada, y buen, con respecto a lo físico también hay cuestiones que son para reprochar. ¿Pero son para reprochar porque son realmente asi? Definitivamente NO. Uno puede tener al lado gente que te puede decir "no chabon, pero no sos feo!", "no pero vos sos una persona muy simpatica, linda, bla bla bla bla", pero la respuesta de uno es "vos me decís eso porque sos mi amigo" y en la lógica, si, te lo dice porque es tu amigo, y si no te quisiera, no lo seria, pero buen...

También ayudan agentes externos como:

boludo: "che..te quiero"
pelotuda: aiiii me imaginaba esto de cualquiera, MENOS DE VOS


DALEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEe

porque de mi no? la C$!"%A de tu M"·!"%eee, osea no era tan tierno, tan tan tan...pelotudo?

en fin, yo creo que no es que encontramos la "divinidad" y decimos "ahh pero al final soy buena persona, lindo y a vivir la vida porque es hermosa", la vida es vida y hay que tomarla como Tal. Cagarla a piñas algunas veces, otras veces te va a tirar fuera de ring, pero siempre hay refugios, música, libros, etc.

Veremos que sale de este tema.


Saludosssssss

Unknown dijo...

Hace unas semanas cuando empezamos a hablar sobre el OTRO... me acordé de esa publicidad que están pasando ahora por la TV sobre la Campaña + x - de Caritas. En ella un matrimonio camina hacia una dirección arrastrando un carrito de supermercado lleno de compras. En dirección opuesta, se cruza un hombre arrastrando un carro con cartones. Y cuando la vi senti mucha bronca. es tan clara la imagen que eso es lo que punza. Dos mundos que no cruzan miradas, que transitan los mismos espacios. Igual que el agua y el aceite, esos cuerpos nunca se juntan... por más que compartan la misma olla.
Aparte: Hablado en estos terminos *el otro* ya suena muy feo... ojo al piojo con las palabras... que no son nada inocetes. Otro, otredad, diferencia.... las palabras también punzan y crean distancias.

Fede dijo...

Para mi, ojo...PARA MI, no esta mal hablar de "el otro", o "ellos", yo personalmente no puedo tratar a todos por igual, con esto no quiero que se lleve a pensar discriminación, o cosas por el estilo, yo hablo directamente de la forma de ser. Yo no podría estar con un grupo glam me gasto 4000$ x finde en gel y soy re tAP, xq no.

Pero si coincido laura es que la gente se pasa por al lado y cada vez se tiene menos respeto. Yo vivo en ituzaingo y para ir a la facultad uso el TREN, este tren anda como ya deben saberlo muy mal, el otro dia en 5 o 6 estaciones, vi 7 discuciones o peleas entre la gente, la cual todas no tenian sentido. Una pelea fue porque una señora estaba de espaldas a la puerta (ibamos todos hiperapretados) y un viejo la empezó a bardear (muy feo, medió vergüenza) y todo porque no estaba como él quería.

realmente, triste.

Pablo dijo...

Si si ya somos amigos!
Apareció un punto que para mí es central. Yo NO me puedo sentir un igual a cualquier persona, por más que tenga un discurso que sostiene la igualdad. Es decir, me siento igual a un trabajador, a un obrero, a alguien que vive en la pobreza... Pero definitivamente no me siento igual a un concheto (o como quieran llamar a la persona con alto nivel de ingresos y poder de consumo).

NO PUEDO, tengo miles de prejuicios con la gente que vive en zona norte o recoleta, juega al rugby y se va de vacaciones a Punta. Y no conozco a muchos, pero me alcanza para ser intolerante.

Soy un hipócrita? puede ser...

Anónimo dijo...

HOLIS!! ¿cómo andan? Espero que muy bien. (Si Pablo, soy ESA Nayla jajajaja)
Leyendo lo que charlaban me acordé de una de mis primeras clases de Sociología y antropología del arte y de una situación que me quedó dando vueltas por años ya:
El profesor dijo: "levante la mano todo aquel que crea que no es discriminativo". Obviamente el 95% de la clase levantó la mano. A lo cual el profe respondió: "Eso es una mentira... ... ... perdón quería provocarlos un poco. La verdad es que todos somos discriminativos, en el sentido de que nos conformamos como sujetos en la diferencia, el "otro" se transforma es ese que no soy yo y así voy forjando mi identidad." Claro que luego aclaró que no por eso había que ir por la vida discriminando y marcando la diferencia...
Para mi la "otredad" no es una palabra ofensiva, siempre y cuando aceptemos que el otro merece tanto respeto y tanta atención como nosotros mismos.
También nosotros llevamos dentro un otro, al que más de una vez -sino siempre- negamos pero con el que tenemos que reconciliarnos.
Ayer leí algo que viene a colación:
"cada vez que decimos "yo" estamos diciendo: soy Fulano, estudiante de medicina, aficionado al futbol, cheff por elección, deportista por hobbie. Y negamos a la vez, en cada palabra lo que en su momento decidimos no ser (no estudiar, jugar golf, no saber cocinar ni unas salchichas, etc.). Por lo que detrás de cada palabra que utilizamos para definirnos se esconde una decición, un momento de tensión en el que conciente o inconcientemente decidimos, escogimos. La tarea es entonces denaturalizar los esquemas que no nos dejan ser libres, poner de manifiesto el instante en el que tomamos esa decición y preguntarnos si fuimos nosotros quiénes decidimos o fue el exterior el que actuó sobre nosotros, sobre nuestro cuerpo, alienándolo, obstruyéndolo, dominándolo."
Interesante... y jodido. Sí, aveces no es taaaaaaan facil percibir todo esto y ensima tener que masticarlo, transformarlo y asimilarlo nuevamente. Pero creo que vale la pena!! que es la única forma de reapropiarnos de nosotros mismos para así interactuar mejor con los demás.
Frace final: "es necesario reivindicar el cuerpo no como mero objeto de culto sino para integrarse con la mente en un todo unificado que no tiene sentido si no se vincula con el mundo exterior"

Anónimo dijo...

Es inevitable hablar del "otro" o de los "otros", en la medida en que vivimos en una sociedad compuesta por muchos individuos, y en la que prima el egoismo... por ende, salir del propio terreno del cuerpo o la mente, ya nos expone a quedar en territorio ajeno... desconocido... donde tenemos que interactuar y no solamente preocuparnos por nosotros mismos... sino por construir espacios comunes de interacción con esa gente que nos rodea (y simultáneamente, "rodeamos nosotros", si es que aprendemos a verlos desde otra perspectiva).